Sólo el Espíritu Santo llenó el vacío interior que nada o nadie pudo llenar

Testimonio de Guadalupe Cortez

Aún estando rodeada por sus seres queridos, la señora Guadalupe Cortez tenía un vacío en su interior. Nada de lo que hacía le ayudaba a llenar ese vacío, sino iba de mal a peor. Consecuentemente, se tornó en una mujer con el carácter agresivo, cualquier cosa era motivo de molestia y era impaciente. Esta situación la llevó a no tenerle sentido a la vida. En esta situación, fue invitada a la Universal, donde ella escuchó hablar sobre el Ayuno de Daniel. Ella nos comenta más sobre su historia y cómo su vida es el día de hoy después de haber recibido el Espíritu Santo.

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