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El acceso al sitio, que se encuentra a la orilla del río Negro, en las Amazonas, es sólo por lancha. Infórmese más…
La comunidad ribereña de Livramento se ubica aproximadamente a más de 5 millas (8 kilómetros) de Manaus, capital del estado de Amazonas, a la orilla del río Negro. El acceso al sitio es por medio de lancha. En una lancha rápida el viaje demora aproximadamente 20 minutes, pero puede tardar hasta una hora en barco, saliendo de Marina do Davi, en el barrio de Ponta Negra.
Alrededor de 600 personas viven en esta ciudad y, especialmente, durante el período de la pandemia, con un acceso aún más difícil, muchas familias están atravesando varias dificultades. Ante esta necesidad, el pasado 27 de diciembre, el proyecto UniSocial llevó a cabo una importante acción social en esta ubicación. 80 voluntarios visitaron la comunidad ribereña y llevaron donaciones, servicios gratuitos y apoyo espiritual a los residentes. Se ayudó a más de 400 personas en el transcurso del día.
“Uno de los principales problemas es la falta de ingresos y acceso de las familias a diversos servicios sociales. Muchas personas se encuentran sin comida diariamente. Esta labor es muy importante, sobre todo, ya que se provee una palabra de fe y esperanza a cada habitante de la comunidad”, dijo el pastor Jonas Carrenho, responsable del grupo de Evangelización en el estado.
La ayuda material y el apoyo espiritual
Durante la labor, se distribuyeron canastas básicas, libros y panetones a 120 familias. Todos los niños recibieron juguetes. Además, profesionales voluntarios de diferentes áreas brindaron servicios gratuitos de salud y bienestar como la aplicación de flúor en los dientes, peluquería, manicura y atención social. Además, los animales domésticos también recibieron atención veterinaria.
“Es muy gratificante formar parte del grupo y ofrecer a las personas momentos felices, ante las dificultades cotidianas. En estos momentos de pandemia, el acceso se volvió aún más difícil. Entonces, el poder llevar la Palabra de Dios a estas personas y verlas bautizarse no tiene precio”, explicó el voluntario Leandro da Silva.
Todos recibieron un mensaje de fe y salvación. También pudieron participar de un momento muy especial. El obispo Edson Dieter, responsable de la Universal en las Amazonas, ofreció una oración por todas las familias. Al final, algunos vecinos decidieron entregar su vida al Señor Jesús, siendo bautizados en las aguas del río Negro.
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