Los portugueses afectados por la crisis pandémica reciben donación de alimentos

Portugal tiene la quinta población más grande de personas de la tercera edad en el mundo y son los más afectaos por la falta de ingresos en el país.

La crisis económica mundial provocada por la pandemia COVID-19 también ha afectado a Portugal, especialmente la población de las personas de la tercera edad. El país europeo ocupa el quinto lugar en el mundo en términos del número de personas en este grupo de edad, detrás de Japón, Italia, Grecia y Finlandia.

Para ayudar a los portugueses más necesitados, el proyecto Familias in Hambre distribuyen alimentos en varias ciudades como Lisboa, Oporto, Coimbra, Almada, Alentejo, Algarve y todas las islas de Madeira y Azores. Sólo en mayo se entregaron en cada ciudad aproximadamente 1,350 bolsas con artículos esenciales.

El proyecto registra regularmente a las familias que reciben alimentos el tercer sábado del mes. Una de las comunidades atendidas se encuentra en Quinta do Mocho, donde viven personas mayores con problemas crónicos de salud, sin ingresos ni los recursos necesarios para lograr una dieta equilibrada.

El proyecto es una iniciativa del proyecto social, UniSocial, mantenido por la Iglesia Universal del Reino de Dios de Portugal. Desde el inicio de la pandemia hasta ahora, se han donado 600 toneladas de alimentos a unas 30,000 familias.

“En vista del desempleo y el aumento del número de portugueses sin hogar, que han dejado sus hogares para vivir en tiendas de campaña o bajo viaductos, el proyecto Familias sin Hambre extiende su mano a los más necesitados y trae esperanza en estos momentos difíciles. Lo que nos motiva a intensificar nuestras labores es el amor a los demás y ayudar a los necesitados”, comentó Francisco da Silva, responsable del proyecto social en el país.

Para la desempleada Pandia Espírito Santo, la ayuda del UniSocial marcó la diferencia. “Soy madre de tres niñas y estoy sola. No es fácil, ya que tengo que ocuparme de todo, como los ingresos y los gastos de la casa. La Palabra de fe y esperanza es importante para darnos fuerzas, para resistir esta pandemia y seguir adelante”, mencionó.

El proyecto UniSocial cuenta con el apoyo de 170 voluntarios en Portugal.

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