Noticias | - 8:00 am


El dominio propio

Todo cristiano necesita autodisciplinarse para poder alcanzar las victorias por medio del Señor Jesús.

El dominio propio

Este último fruto del Espíritu Santo significa un control de sí mismo, ante los impulsos de la carne, los cuales nos conducen a la muerte. Todo cristiano necesita autodisciplinarse para poder alcanzar las victorias por medio del Señor Jesús.

El cristiano vive en un mundo hostil, donde es visto como loco y él también ve al mundo de la misma forma. Estamos en este planeta, pero no pertenecemos a él. Estamos obligados a obedecer sus leyes aunque sean contrarias a las del Señor. Una vez tras otra somos puestos en situaciones que, dependiendo de nuestras actitudes o de nuestro dominio propio, exaltaremos o avergonzaremos al Señor Jesús.

En Proverbios 16:32 encontramos que mayor es aquel que se domina, que aquel que toma una ciudad. De hecho, no existe conflicto más terrible que aquel que el hombre tiene consigo mismo para dominar sus propios instintos. Si no fuera por la actuación del Espíritu Santo en el alma del cristiano, éste jamás conseguiría dominarse a sí mismo.

Cuando el apóstol Pablo se refiere a la lucha de la carne contra el Espíritu y viceversa (Gálatas 5:16-21) no está queriendo decir con esto que el “barro” con el que fuimos hechos sea impresentable. ¡No! Son, exactamente la voluntad y los instintos de nuestro “yo” los que luchan contra el Espíritu de Dios. Esa “carne”, llamada voluntad humana o “instinto” es quien debe ser dominada por la propia persona, a través del fruto del “dominio propio”.

Mensaje substraído de: En Los Pasos de Jesús (autor: Obispo Edir Macedo)

Ubique la Universal más cercana a usted: Direcciones

Si usted tiene una pregunta o le gustaría una orientación: Contáctenos

Si le gustaría añadir su nombre y el de su familia en el libro de oración: Libro de Oración

Regrese a la página principal: Página Principal