El demonio y las lenguas extrañas

Por desgracia, muchas personas han sido engañadas a causa de las lenguas extrañas.

Por desgracia, muchas personas han sido engañadas a causa de las lenguas extrañas. La falta de claridad respecto de este asunto ha llevado a mucha gente a una vida de verdadero infierno, peor que antes de haber conocido al Señor Jesús como Salvador.

Los demonios se manifiestan a las personas que desean acaparar la atención, generalmente, por medio del espiritismo, o hablando un lenguaje raro o, incluso, imitando a las personas bautizadas en el Espíritu Santo, las cuales hablan lenguas extrañas originales de Dios.

Muchos están ansiosos por hablar en lenguas extrañas, porque “fulana de tal”, que es más nueva en la iglesia, ya fue bautizada por el Espíritu Santo. Piensan que, por ser más antiguos en la fe, tienen que ser bautizados de “cualquier manera, cueste lo que cueste”. Entonces, olvidándose de alabar a Nuestro Señor Jesús, con la pureza del alma, se quedan intentando conseguir hablar en otras lenguas. El diablo, viendo tal actitud orgullosa, viene sobre ellos y comienza a hablar, incluso a cantar, en otras lenguas. Ante tal situación, creen haber sido bautizados con el Espíritu Santo. Pero más tarde los frutos podridos empiezan a aparecer y, en lugar de mostrarse alegres y felices, se muestran disconformes, reclamando cosas a los demás y nunca están satisfechos con nada. En definitiva, son una cizaña que se levanta en medio del trigo. Y si eso fuera todo lo que hacen, nos daríamos por satisfechos; pero, además, comienzan a profetizar dentro y fuera de las iglesias, van en contra del pastor, emitiendo críticas y, en fin, sembrando la rebelión en medio de la congregación.

Las lenguas extrañas existen de hecho y muchas personas que son bautizadas con el Espíritu Santo hablan en otras lenguas. Aun así, no todas las personas que hablan lenguas extrañas son bautizadas con el Espíritu de Dios.

Uno de los dones del Espíritu Santo es el discernimiento espiritual. Nosotros, que estamos siempre expulsando demonios de las personas, hemos tenido innumerables experiencias en casos de personas que estaban siendo engañadas por el diablo. En cierta ocasión, una señora nos dijo estar “llena” del Espíritu Santo y, aunque manifestaba gran alegría por eso, nosotros no estábamos convencidos de que fuera así. Un día, comenzó a cantar un himno muy bonito, cosa que hacía como si en realidad estuviera llena del Espíritu.

Algunos días después, estando enferma, oramos por ella pidiendo a Dios que la liberase de todo mal y, cuál fue nuestra sorpresa, se manifestó en ella un espíritu demoníaco, que era el que la hacía cantar de aquella manera. ¡Tal demonio se presentó como un “Cabloco Lírico”!

Tenemos contactos con innumerables personas que dicen haber sido bautizadas con el Espíritu Santo, cuando, en realidad, están poseídas por cualquier espíritu de maldad. He notado, al tratar este tipo de problemas, que las personas engañadas, si son sinceras, tarde o temprano serán liberadas. Los espíritus malignos, no resistiendo la presencia de Dios, terminan por manifestar su verdadera personalidad y es aquí cuando entramos con el poder de Dios para apartarlos definitivamente del individuo.

Mensaje substraído de: En Los Pasos de Jesús (autor: Obispo Edir Macedo)

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