Noticias | - 8:00 am


Comprenda lo que usted está haciendo

Comprenda lo que usted está haciendo

Comprenda lo que usted está haciendo

Es necesario tener la perspectiva correcta de las cosas espirituales, para que la visión de la fe nunca se embote.

Es fundamental entender que es el Santuario el que santifica al oro, así como es el Altar el que santifica a la ofrenda, conforme dijo el Señor Jesús.

El Santuario y el Altar no tendrían autoridad para santificar si no representaran al Propio Dios Eterno. Por lo tanto, considerar al oro y a la ofrenda más importantes en el medio cristiano es, como mínimo, falta de temor para con el Altísimo.

Tengo la certeza de que el Santuario simboliza a la morada del Eterno, y el Altar representa el Lugar de Su Trono.

Los objetos de oro del Santuario, como un todo, apuntan al proceso de redención del pecador, y la ofrenda expresa la dedicación del ofrendante en el Altar.

Entonces, al preguntar qué era más importante – el oro o el Santuario que santifica al oro, la ofrenda o el Altar que santifica a la ofrenda –, el Señor Jesús dejó claro que el valor del oro y el de la ofrenda solo tienen sentido porque el Santuario y el Altar los santifican y los tornan espirituales y sagrados. De lo contrario, lo que es ofrendado sería solo metal; algo material, y, por lo tanto, no poseería ningún valor para el Espíritu de Dios.

Las personas carnales no ven ni entienden acerca de los valores espirituales, pues “el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente” (1 Corintios 2:14).

Mensaje sustraído de: El Oro y el Altar (autor: Obispo Edir Macedo)

Ubique la Universal más cercana a usted: Direcciones

Si usted tiene una pregunta o le gustaría una orientación: Contáctenos

Si usted le gustaría añadir su nombre y el de su familia en el libro de oración: Libro de Oración

Regrese a la página principal: Página Principal

Alimente su espíritu, leyendo mensajes de fe para su edificación espiritual: Viviendo por la fe